sábado, 19 de enero de 2008

Luis de Requesens


Don Luis de Requesens y Zúñiga nació en 1528 y murió en 1576. Fue un hombre influyente en la época, y destaca por su labor como consejero naval de Juan de Austria. Al nacer se le puso el apellido de su madre primero para preservarlo, por tener más nobleza que la familia de su padre.


Al ser nombrado su padre ayo del Príncipe don Felipe, él fue nombrado paje del futuro Felipe II, con quien creció y compartió estudios y juegos. Más tarde acompañó a la corte del rey Carlos I hacia Flandes, participando en las justas de las fiestas que se organizaban con motivo de la llegada del rey. En una de ellas fue retado por el propio Príncipe Felipe. En el momento del choque, don Luis, por ser la primera vez que competía con su alteza, levantó la lanza y no chocaron los contrincantes. Al cabo de unos momentos fue retado de nuevo don Luis por un caballero cuya identidad no conocía. En este caso, don Luis le alcanzó de lleno con la lanza a su contrincante, que cayó al suelo y quedó adormecido del golpe. Cuando le quitaron el yelmo al contrincante, don Luis descubrió con sorpresa que había sido engañado: el que yacía en el suelo no era otro que el Príncipe Felipe.


Con tan sólo veintitrés años fue nombrado caballero de la Real y Militar Orden de Santiago. Más tarde recibió el cargo de Embajador de España ante la Santa Sede, donde vivió el cambio de Pío IV a Pío V, y tuvo que actuar en el proceso al que la Inquisición sometió al cardenal-arzobispo de Toledo, Bartolomé Carranza. Su misión fue enormemente satisfactoria para el rey Felipe II, y fue nombrado ayudante y mentor de don Juan de Austria con amplios poderes en el año 1568.


Sus grandes dotes y capacidad de mando, así como sus habilidades marineras, le supusieron su ascenso y nombramiento como Capitán General de la Mar. Utilizando entonces su poder, consiguió organizar unas fuerzas navales, que lograron impedir los constantes saqueos a que los hermanos Barbarroja, sometían a las costas del Levante español e islas de Baleares. Participó con don Juan de Austria también en la guerra contra los moriscos en las Alpujarras.


Durante los años de 1571 y 1572, fue el brazo derecho de don Juan de Austria, aunque en realidad y por carta firmada por el rey Felipe II, lo que ejercía era de segundo jefe de la Armada y como tutor del Príncipe, por instrucciones secretas se le comunicaba que por sus cualidades reunían, la prudencia, buen juicio, virtudes diplomáticas, experiencia marinera en este mar y una respetada condición nobiliar. Hasta tal punto se le dio importancia a las decisiones de don Luis que el capitán general, no podía expedir ni firmar disposición ninguna sin la previa revisión y aquiescencia de don Luis.


Combatió don Luis en la batalla de Lepanto, donde sus decisiones contribuyen de forma muy positiva al triunfo final. Después de este combate, en el que pudo demostrar su sabiduría, se le nombró, por expresa decisión del rey Felipe II, gobernador del Estado de Milán en 1572. Al año siguiente relevó al Duque de Alba en el gobierno de los Países Bajos, con instrucciones de pacificar el país. A pesar de sus esfuerzos, don Luis tuvo que acudir a las armas para imponer su autoridad.


Finalmente, y tras un gran cúmulo de desgracias, don Luis fue trasladado a Bruselas, donde murió, se cree que de la peste, en 1576. Fue sustituido en Flandes por el propio don Juan de Austria. El cuerpo de don Luis fue trasladado a su ciudad natal, Barcelona, donde se le enterró en el panteón familiar.

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